Las “European Innovation Partnerships” (EIP), o Consorcios Europeos de Innovación, se crearon por la CE en 2010 para mejorar la investigación, ofrecer un entorno más favorable y evitar la fragmentación y duplicidad de esfuerzos. Se trata con ellas de acelerar las innovaciones que contribuyen a resolver los retos a que se enfrenta la sociedad.
En el caso del agua, en junio de 2011 el Consejo de la UE invitó a la Comisión a analizar con los Estados miembros la viabilidad una EIP del Agua con vistas a conseguir un uso sostenible y eficiente del agua. Iniciada por la Comisión una consulta pública, en mayo de 2012 se aprobó por el Consejo y el Parlamento la EIP.
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